Había una vez, fue la frase que
inmortalizó nuestras visitas a lugares fantásticos y continuos viajes en el tiempo. A través de los libros, que
acompañaban nuestras noches con sus enigmáticas portadas y aquellas grandes
letras doradas, es como iniciaba la aventura.
Pero ¿quiénes son los encargados,
de producir los libros? ¿De esas gloriosas portadas, de aquellas palabras que
describen personajes, lugares, paisajes, animales fantásticos y sus majestuosas
historias?
Sin duda alguna, los responsables de estos
continuos viajes son los autores. Gracias a las ideas y a su manera de interpretar el mundo, han forjado
nuestros ideales. Sin embargo, para que su filosofía sea transmitida a
diferentes partes del mundo, se necesita la ayuda de las editoriales.
Así, para poder compartir el
conocimiento de aquellas obras que insumen años de esfuerzo, de investigación y
de un trabajo arduo de escritura, la responsabilidad recaerá en los hombros del
editor. Estableciendo una estrecha relación y abriendo un vínculo cercano entre
lector y autor.
La edición se ha
constituido en una práctica profesional, donde el editor debe tener
imaginación y un talento para saber la demanda actual y futura de la sociedad.
A su vez está conformada por un conjunto de personas con
determinados objetivos comunes. Para alcanzarlos, dispone de recursos humanos y
materiales, de conocimientos específicos, de una estructura formal y de una
serie de reglas administrativas.
Organigrama básico de una
empresa [1]
Dirección general
Unidades funcionales básicas de la empresa
|
Departamentos
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Actividades editoriales específicas
|
Producción
|
Departamento editorial
|
-Edición
-Corrección de estilo
-Departamento de arte
-Producción industrial
-Derechos de autor
-Derechos subsidiarios
|
Comercialización
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Departamento comercial
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-Departamento de ventas
-Estudios de mercado
-Promoción y marketing
-Prensa
-Almacenaje y distribución
-Exportaciones
|
Administración
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Departamento administrativo- financiero
|
-Compras
-Finanzas
-Contabilidad
|
Desde la selección de un autor y la evaluación de un original hasta cuestiones de gestión, eminentemente procedimentales, como la determinación de las tiradas, el cálculo de los costos, la fijación del precio de venta al público y el diseño de las acciones promocionales, el proceso de administración de una editorial se construye a partir de ciertos preceptos filosóficos que le dan “su razón de ser” para la creación de un pequeño mundo, un libro y que van más allá de los objetivos materiales.[2]
Así aquellas historias que nos sirvieron para
ir a la cama, lugares donde ningún otro ser humano se atrevió a ir, aquellas
batallas de las que fuimos testigo y los acontecimientos que forman nuestro
presente, están albergados en esas pastas duras, plasmadas en la inmortalidad
de sus hojas cuya tinta se rehúsa a ser dañada
con el paso del tiempo. La producción de un libro
es un proceso arduo que requiere tiempo
y dedicación, donde la preocupación de los gasto (de papel, impresores,
servicios profesionales: editores, correctores de estilo, diseñadores) será un
gasto inevitable, cuya satisfacción será verlos, a sus pequeñas obras, en
aquellos anaqueles esperando ser llevados a casa para revelar el tesoro que
guardan con recelo.
Imagen tomada del blogg: neoprehispanico.blogspot.mx
Bibliografía: Sagastizábal, Leandro De y Fernando Esteves Fros (comps.), “2.
Administración de una empresa de cultura”, en: El mundo
de la edición de libros…,Buenos
Aires, Paidós/Diagonales,2002,. 13 p.
[1] Sagastizábal, Leandro De y Fernando Esteves Fros (comps.), “2.
Administración de una empresa de cultura”, en: El mundo
de la edición de libros…,Buenos
Aires, Paidós/Diagonales,2002, p.5.