jueves, 22 de mayo de 2014

La parte más pequeña de la materia


¿Cuál es el juguete más vendido y entretenido de los últimos tiempos? La respuesta es simple, estas pequeñas piezas han llegado a entretener tanto a chicos cómo adultos por igual. Se trata del asombroso mundo del Lego, a través de sus diminutos moldes se pueden crear fantásticas ciudades, animales, personas incluso recrear la naturaleza misma. ¿Te es familiar lo anterior? Si la respuesta nos remite a un no, surge otra pregunta ¿Cuál es la parte más pequeña de la materia?

Así es, el átomo, al igual que las indestructibles y diversos colores de las piezas del Lego, las cuales encajan a la perfección unas con otras, estas diminutas e invisible partes conforman parte del entorno que hoy conocemos.


La teoría del átomo aparece en la mente de un gran filósofo llamado  Demócrito. Suponía que todo tenía que estar constituido por unas piececitas pequeñas  e invisibles, cada una de ellas eterna e inalterables. La palabra “átomo” significa indivisible; pensaba que  tenían que ser fijo y macizos, pero no podían ser idénticos entre sí. Tienen formas y tamaños diferentes, son  impenetrables.

Pero, ¿qué tiene que ver la teoría del átomo con libros?  Ya hemos visto el proceso para materializar las ideas para convertirlas en libros, inclusive su anatomía,  es hora de ver la parte más pequeña del libro: se trata de las familias y los caracteres de tipografía.

Caja o mancha, folios y cornisas

La caja es el espacio que ocupa la página tipográfica sin los márgenes, es la figura geométrica, cuadrada la cual forma las medidas de ancho y alto de la composición tipográfico.  La caja comprende el blanco del folio explicativo o titulillo, mejor conocido como cornisa.

La cornisa,  suele repetir en la parte superior de cada página, el título de la obra o el nombre del autor, el título de un capítulo o el de un apartado.

El folio es el número progresivo que lleva cada página del libro. Pueden colocarse a la cabeza o al pie del texto, en los márgenes, inclusive  ir centrados o alineados con el lado exterior de la página, sea par o impar. Todo dependerá del estilo que quiera darle el editor. En ocasiones el prólogo se muestra con números romanos, marcando una diferencia entre las demás páginas que están designadas a llevar el cuerpo o texto.

Márgenes, colgados, sangrías, espaciado y otros blancos

Existe  cuatro márgenes en toda una página: superior o de cabeza, inferior de pie o falda, exterior o de corte, e interior de lomo o medianil. Los márgenes de corte y de lomo,  de acuerdo a Roberto Ruiz Zavala, en su obra El Libro y sus orillas, también reciben el nombre de costados. Su colocación en la página es variable: los impares al corte quedan a la derecha y el medianil a la izquierda, y en las pares sucede lo contrario.

Colgado o descolgado, es el espacio en blanco que suele dejarse en los principios de capítulo y divisiones mayores de un libro, entre el límite superior de la caja y la cabeza o título de esa parte.  Si miras de lejos, veras que los átomos, que diga colgados, dan un aire y elegancia al texto, dándole un valor estético.

La sangría, es el blanco con el cual empieza la primera línea de los párrafos en la composición seguida y normal. Los espacios entre palabras mejor proporcionados son los de 1/3 y ¼, lo remarca Zavala.

Otros blancos son: el espaciado óptico y los subtítulos, los cuales van precedidos de un espacio de dos picas y seguidos de otro de sólo una. Sin embargo, no está demás de repetir en palabras de  Zavala que, como en otros puntos, en lo que respecta a márgenes, colgados, sangrías y demás blancos, interviene ante todo el sello editorial, la manera propia de hacer libros.

Tipo de párrafo: normal, francés y moderno

Existen tres clases de párrafos: el normal u ordinario, el francés y el moderno. El normal u ordinario es el que se usa en la escritura común: consiste en un bloque de líneas, de las cuales sólo la primera se sangra. El francés es un párrafo donde se sangran todas las líneas menos la primera, por lo general aparecen a la hora de poner bibliografías, índices espaciales, enumeraciones, cuadros  y glosarios.

El moderno o americano es el  párrafo sin sangría; su estructura se presta para realizar citas, epígrafes, sumarios y otros textos similares.

Interlínea

De acuerdo al cuerpo de la letra, es la distancia que existe entre la cara anterior y posterior, su tamaño, se mide en puntos. Se le llama interlínea a una regleta metálica que en la composición manual se coloca entre dos líneas para espaciarlas.

Es importante mencionar que como el átomo, el cual está constituido por neutrones y protones; este apartado tiene también su composición los cuales son:

Los filetes: son las rayas de grosores y dibujos variados.

Bigotes: Son filetes delgados hacia los extremos y más gruesos en el centro. Por lo general se utilizan para separar títulos.

Orlas: Adornos para enmarcar u ornamentar algunos trabajos.

Ahora, ya sabes todos los secretos que esconde el cosmos de los libros, desde su aparición, en tiempos inmemorables en la mente del escritor, el caos por parte del corrector de estilo hasta lograr plasmarlo en un libro, conociendo desde su átomo hasta su estructura ósea. 


Bibliografía: Zavala Ruiz, Roberto (2003)  El libro y sus orillas, México, Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), pp. 51-63.
Gaardder Jostein,  El Mundo de Sofía, Patria Cultura, Madrid, 1998, 638p. 


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