"Pueden
impedirte ser un autor publicado, pero nadie puede impedirte ser un escritor”
Katherine Neville
De acuerdo a un texto publicado
por la Jornada el 16 de noviembre de 2012, por segunda vez, la editorial Actes-Sud
obtiene el premio Goncourt, el galardón con mayor prestigio de la literatura
francesa. ¿A qué se debe su éxito? De acuerdo a una de los editores de Actes-Sud,
Marie-Catherine Vacher, el secreto radica en el saber descubrir y sostener a un
autor, aun cuando éste no se vea reconocido por la crítica, la prensa, el
público.
Como dijo Parménides filósofo de
la colonia griega de Elea al sur de Italia en el año 500 a. de C., “nada puede
surgir de la nada”. Por lo tanto el editor no puede esperar la aparición de
manuscritos que le garanticen aclamados premios y la venta de miles de
ejemplares: debe salir en su búsqueda. A través de sus sentidos editoriales,
encontrará aquella obra que cumpla con uno de sus principales objetivos: el de
transmitir ideas.
La simple decisión de publicar un
libro o no, exige una especial atención
a través de un metódico e inteligente procedimiento en donde se tomen en cuenta
los distintos puntos de vista de todas las áreas que en él intervienen. Con
ello, se dará una respuesta razonable al autor en cuanto a la aceptación o
rechazo de su manuscrito. Aunque se lea
como algo sumamente sencillo, se debe tener en cuenta que su manejo es determinante para un buen desarrollo
editorial.
Desde la llegada del manuscrito a
las manos del editor, quien posee un conocimiento personal de los libros, la
educación, la cultura y de lo que pasa en el mundo; se encarga de llevar un
registro construyendo un catálogo de tarjetas o una bitácora, las cuales contendrán
nombre del autor, anotando su apellido o primer nombre (este criterio se
fundamenta en que el nombre del autor no cambia, mientras que sí puede cambiar
u olvidarse el título del manuscrito): esto con el fin de facilitar y llevar un
control de los cientos o miles de manuscritos recibidos y valorados
previamente.
Hasta su evaluación a través de una
primera lectura que de un vistazo general: una vez aprobadas pasará a manos del
consultor; al ser un especialista en la materia tomará la decisión de publicar
o no el texto, además de aportar sugerencias que podrían convertir un libro aceptable
en uno sobresaliente. A pesar de ello, también se debe considerar la opinión del personal que
conforman la empresa editorial como:
-El departamento de producción y ventas: se encargaran de
aconsejar, en términos prácticos la forma de vender de los manuscritos, por
medio de un elaborado plan que permita
la distribución masiva a precios populares. Sin ello, aunque el editor tenga
una maravillosa idea para publicar un conjunto de textos, no será factible
empezar a trabajar en el proyecto.
-El departamento de finanzas: Es la asignación del capital y el costo
que conlleva el proceso editorial, el cual genera gastos mucho antes de
proporcionar ingresos, debido a la paga del personal calificado para la
planeación y realización del proyecto. Ante esto se puede considerar el préstamo
de capital, ya que es un factor decisivo, si existen grandes proyectos de
desarrollo al ser una inversión que
requiere un largo periodo de tiempo.
Todo lo anterior para tomar una
decisión inteligente para la publicación del manuscrito que inicio con una idea
del autor y espero ser materializada en hojas de papel. Pero, debido a los
riegos que implica la inversión del capital para divulgación de títulos,
algunas editoriales deciden producir libros que le garanticen ganancias, tales
como: series (ejemplo de ello es la colección de Sepan cuantos por parte de la
editorial Porrúa), libros de texto y
libros de consulta (diccionarios, enciclopedias y atlas).
A manera de conclusión, el Editor
debe estimular y promover la creación de
nuevos trabajos. Los premios cumplen con dicho objetivo, son otorgados después de que el libro ha sido publicado: A pesar de no haber
ganado el XXXIX Premio anagrama, cuyo jurado estuvo conformado
por Salvador Clotas, Román Gubern, Xavier Rubert de Ventrós, Fernando Savater, Vicente Verdú y el editor Jorge
Heralde, Filosofía zombi resultó
finalista. Esto lo llevó a la publicación de su obra, haciéndose merecedor de reseñas
positivas al abordar una crítica a la cotidianidad de la vida moderna a través del significado de la
identidad; termino abordado por Michael Foucault en su obra maestra, Las
palabras y las cosas. Ante la aceptación del público, se abrió la oportunidad de publicar novelas, relatos y
de retomar antiguos títulos que en su momento no se vendieron, todos ellos relacionados al
tema zombi, devorándose las ventas de la industria editorial.
Quieres saber más sobre el libro:
aquí una reseña del diario El País publicado el 20 de mayo de 2011: elpais.com/diario/2011/05/20/tentaciones/1305915778_850215.html
Si el editor no se deja guiar por
su sexto sentido editorial y deja que las ideas surjan de la nada, invirtiendo
su capital en manuscritos que le garanticen ventas y mayores ganancias, rechazando nuevas propuestas al no congeniar con sus ideales. Podría llegar a lamentarlo: títulos
como El Hobbit, la saga de Harry Potter, Cien años de soledad, Millenium, entre
otros, fueron rechazados. A pesar de ello, tal a una ave Fénix, resurgieron de las
cenizas, llevándolos a colocarse como los libros más aclamados y por ende los
más vendidos. En el caso de Gabriel García Márquez le valió el Premio Nobel de Literatura en 1982.
Conoce, más de los libros que
fueron rechazados por las editoriales y en la actualidad se posicionan como los
más vendidos:
Bibliografía: C. Smith, Jr., Datus
(1991) “1. Publicación de libros y desarrollo nacional” en Guía para la
publicación de libros, México, Universidad de Guadalajara – Asociación de
Editoriales de Instituciones de Educación Superior de México, pp. 3-14
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